Es cierto que muchos códigos y, por lo tanto la comunicación, han cambiado y el mundo adolescente y joven entra en conflicto con el mundo adulto.
Es habitual escuchar hablar de incomprensión y, lo que es más grave, de incomunicación.
Son cuestiones muy complejas que no se pueden analizar rápidamente y en poco espacio como el que ofrece esta columna, pero es importante que el tema esté presente para no abandonar la búsqueda de caminos de encuentro entre unos y otros.
Con esta intención, San Pablo ha publicado dos libros que, con mucho humor y que, sin pretender ser un manual de
comportamiento, aportan elementos que pueden llevar a la reflexión a partir de una mirada especial.
Se trata de El arte y la manera de ser un chico genial (Iréne Colas y Yann Hamonic) y de El arte y la manera de ser una chica genial (Iréne Colas y Magalí Fournier), que parten de la premisa de afirmar que alguien genial duerme dentro de cada uno.
Obviamente no vas a encontrar recetas para cumplir
al pie de la letra para dejar conformes a los adultos, pero puede ser una buena lectura para que actúe como disparador de muchas sensaciones y con una sonrisa.